LOS HIJOS DE SARA ATACAN DE NUEVO A LOS HIJOS DE AGAR
Autor: Miguel Oscar Menassa
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¡ESTAS LUCHAS FRATICIDAS!
Ni diferencia de ideas ni diferencias religiosas, más bien diferencias familiares. La lucha por la herencia, por un territorio de los hijos de Agar que los hijos de Sara no consideraron ni consideran legítimos, aunque actualmente los hijos habidos fuera del matrimonio tienen los mismos derechos jurídicos a la hora de la herencia patrimonial, aunque no a la hora de la herencia de honores.
Como casi siempre la violencia familiar se ejerce en tiempos denominados de "paz".
El narcisismo de las pequeñas diferencias, entre hermanos, vecinos, colindantes, etc., estalla cuanto más se niega, se olvida, se obvia, y no deja de estar presente, ni siquiera en cada uno, puesto que nadie acepta sus propios cambios sin un cierto trabajo psíquico.
¿Acaso los hijos de Isaac envidian la inteligencia de los hijos de Ismael?
¿Acaso los hijos de Ismael tienen celos de los derechos de los hijos de Isaac?
Algunos pensaran que hacer del narcisismo, la envidia y los celos la fuente de esta guerra interminable puede ser algo superficial, sin embargo observamos continuamente que no hay acto humano sin explicación que no pueda ser explicado por alguna de estas fuentes.
La agresividad es algo correlativo al narcisismo, la destrucción es consecuencia de la envidia y la autodestrucción es la forma melancólica de los ataques de celos.
Esto no quiere decir que siempre sea así, ni que esta lectura posible de esta realidad sea la única lectura, sólo invito a pensar lo impensado de una manera diferente a la habitual, porque por la vía habitual no hemos partido del lugar en el que estábamos.
Si los Palestinos y los Israelitas se aliaran ¿a quién no gustaría? ¿Quién perdería clientes en el mercado de las armas? ¿En qué y con quienes entrarían en competencia y rivalidad en la construcción del mundo?
Me parece terrible que existan en el mundo humanos como yo que nunca han podido vivir fuera de los refugios, fuera de las guerras, sin libros, sin conversaciones entre humanos, porque toda su energía está puesta en la "enfermedad bélica".
Cada vez que un humano muere, enferma o padece, los demás tienen culpa, aunque sea inconsciente, de estar vivos, sanos y de no padecer.
Israel continúa sus ataques y otros sacan sus beneficios. Los humanos son complejos, no saben que no se trata de "Si quieres conservar la paz, prepárate para la guerra", sino que habría que modificarlo así: "Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte"
Ser mortal es lo que nos permite gozar de la vida.